lunes, 3 de octubre de 2011

¿Por qué se suicidan los rumanos?

Un estudio publicado en julio de este año por la revista médica británica The Lancet confirmó que la reciente crisis hizo que se dispararan los suicidios en toda Europa. Los aumentos más agudos se registraron en los estados de mayor antigüedad en el bloque, tendencia que se explica, principalmente, por el choque del creciente desempleo frente a la mayor estabilidad y nivel de vida relativo de sus ciudadanos.

Una pensionista rumana llora al recibir un poco de pan
Pero también en los últimos paises en incorporarse a la U.E. la crisis ha aumentado el número de suicidios. Por ejemplo, según el Instituto Nacional de Medicina Forense de Rumanía, la proporción de suicidios aumentó desde 2008, llegando a 14 por cada 100.000 habitantes en 2010.

El artículo aparecido en IPS Noticias y que se titula "El suicidio como protesta", escrito por Claudia Ciubanu, subraya que en Rumania el suicidio parece estar convirtiéndose en una herramienta de protesta de los trabajadores, cada vez mas afectados ante las draconianas medidas de ajuste adoptadas por el gobierno derechista de Emil Boc.

Lo curioso es como explican los "expertos" y la misma autora del artículo las razones de por qué se suicidan los rumanos, pues ante la bateria de agresiones del gobierno contra los trabajadores, en forma de rebaja de salarios, aumento de la jubilacion, perdida de derechos y servicios publicos y aumento de impuestos indirectos (sobre el consumo), la ideologia anticomunista sigue recurriendo al típico argumento de la Rumania "democrática" de que la culpa de todo es del pasado comunista.

Por ejemplo, para el sociólogo Bogdan Voicu, del Instituto para la Investigación sobre la Calidad de Vida, esos gestos individuales de protesta extrema, los suicidios, son causados por el fracaso de las prácticas democráticas en Rumania, lo que se explica "por el largo periodo de comunismo".

Una explicación que, quizás, podria convencer al algunos a los pocos años de la instauración del capitalismo de diciembre de 1989, pero que a estas alturas, y con un aumento similar de suicidios en toda la Europa donde no ha habido jamas comunismo alguno, y despues de 20 años de parentesis donde todas las promesas de cambio, democracia y bienestar han sido solo eso, promesas, hoy ya no se sostiene ni a la fuerza, por mucho que sigan intentando seguir echando la culpa de todo al socialismo.

Según la politóloga Victoria Stoiciu, de la Friedrich Ebert Foundation, el problema es que la democracia rumana "es estrictamente electoral", algo que, curiosamente, no es algo caracteristico de Rumania, sino que está entre los principales puntos reivindicativos de todos los movimientos de indignación que surgen a lo largo de Europa y, ahora también, de Estados Unidos. Es decir, que no es una particularidad rumana, sino un rasgo propio de las democracias capitalistas (si es que ambos terminos pudieran ser compatibles), por lo que dificilmente el recurso al comunismo vale en este caso.

El suicidio como protesta es, y aqui si que acierta la politologa, producto de la perdida de la fuerza colectiva de los trabajadores, o, si se quiere, de lo que los posmodernos llaman ciudadania. Esta si que es una gran diferencia de Rumania con otros paises con una mayor tradicion reciente de sindicalismo de clase. Hay que recordar que en la Rumania anticomunista, los sindicatos pasaron a ser, practicamente, en una especie de diablo, y los que se desarrollaron no pasaron de ser movimientos corporativistas muy dependientes de las apaciguadoras subvenciones estatales. Asi, mas aun que en el resto de Europa, donde el descenso de respuesta colectiva, mas alla de las meramente simbolicas, y de organizacion de clase tambien esta llevando a buscar salidas individuales a la crisis, en Rumania el individuo esta solo, y no tiene otra salida que la de llamar la atención de su situación personal con actos extremos.

Asi, por ejemplo, en diciembre de 2010, pocos días antes de Navidad, Adrian Sobaru, un técnico de 43 años que trabajaba para la televisión nacional, saltó de un balcón del parlamento mientras éste se encontraba en plena sesión, presidida por el premier Emil Boc.

"¡Ustedes mataron nuestro futuro! ¡Ustedes quitaron el pan de las bocas de mis hijos!", gritó antes de saltar.

Sobaru, que ganaba unos 300 euros (410 dólares) mensuales, tenía dos hijos. Uno de ellos padecía autismo. El dinero asignado para los cuidados de personas discapacitadas, que Sobaru cobraba, fue reducido por el gobierno como parte de las medidas anticrisis.

En junio de 2011, el jubilado Petre Morjan se prendió fuego frente al palacio presidencial, en Bucarest. El hombre, que sobrevivió a las quemaduras, dijo a los medios de comunicación nacionales que le habían bajado la jubilación y que sus protestas eran ignoradas. Incluso tuvo que sufrir la humillacion habitual en este pais de la corrupcion cuando funcionarios le pidieron que pagara un soborno para que le aumentaran la jubilación.

Adrian Sobaru, muestra su desesperación
en el Parlamento
Son solo dos casos llamativos de ese lento aumento de los suicidios entre los rumanos, de los que algunos todavia intentan seguir responsabilizando al comunismo, que en Rumania es hoy la excusa comodin que sirve para justificar cualquier desman de, precisamente, los que acabaron con él para instaurar el famoso paraiso capitalista que en poco tiempo se demostro no era mas que un infierno (para la mayoria, pues para algunos fue ciertamente una fuente de riquezas y lujos al alcance de pocos).

La respuesta del gobierno derechista al colapso económico iniciado en 2008 se centró en un préstamo de unos 20.000 millones de euros (27,3 millones de dólares) del Fondo Monetario Internacional e instituciones europeas en 2009, y en una serie de medidas de austeridad adoptadas en 2010 para mantener el déficit presupuestario por debajo de siete por ciento del producto interno bruto (PIB).

El gobierno también buscó mantener el endeudamiento en alrededor de 35 por ciento del PIB ese año. Rumania tiene una de las deudas públicas más bajas de la Unión Europea (UE). Solamente tres países tienen mejor desempeño en este sentido.

Ademas, las medidas incluyeron un recorte de 25 por ciento en los salarios públicos, otro de 15 por ciento en la asistencia social, afectando beneficios por discapacidad y asignaciones a la infancia, y recortes en subsidios a tratamientos médicos, que dañaron especialmente a quienes padecen enfermedades crónicas.

Según datos de 2008 de Eurostat, Rumania, junto con Letonia, destina el menor porcentaje de su PIB a seguridad social (14 por ciento, en comparación con el 26 por ciento que invierte, en promedio, el bloque). Sin embargo, las autoridades tambien arremetieron el año pasado contra los beneficios sociales que, argumentaron, representaban una seria carga para el presupuesto nacional.

Según el Instituto para la Investigación sobre la Calidad de Vida, esta alcanzó en 2010 registros inferiores a los de 1989 (eso con los criterios utilizados para esconder los defectos de los regímenes capitalistas, pues la realidad es que, como dijeron las encuestas, el bienestar era, para la mayoria de los rumanos, superior durante la etapa socialista). La tercera parte de los ciudadanos dijeron no poder pagar ni siquiera los productos básicos, y más de 50 por ciento dijeron que esperaban que su vida empeoraría en la próxima década.

Miles de médicos abandonaron el país por las reducciones salariales, cientos de padres de familias de acogida devolvieron a los niños de cuyo cuidado se encargaban, y muchos jubilados pasan habitualmente las noches haciendo fila para conseguir el pan que las municipalidades ofrecen gratuitamente.

La unica solución: acabar con los capitalistas
Pero la ideologia oficial, la misma que ofrecio un paraiso de bienestar para justificar el golpe de estado contra el pueblo rumano en diciembre de 1989, que inicio una era de desempleo, privatizaciones, emigracion masiva y expolio de la riqueza nacional jamas vista antes en el pais, sigue intentando explicar todo con la consigna de que la culpa es del comunismo. Incluyendo, por supuesto, los suicidios.

Y es que las agresiones sufridas por los ciudadanos rumanos a manos de gobiernos vendidos a las multinacionales extranjeras o a las grandes fortunas nacionales desde hace 20 años, agravadas por las salvajes medidas de recortes adoptadas por el gobierno Boc, que han hecho que los trabajadores con una media(*) de poco mas de 300 euros netos al mes tengan que ajustarse el cinturon mas todavia, y todo lo anterior sumado a la ausencia de organizaciones de clase que defiendan y apoyen la lucha por la dignidad y los derechos de la clase obrera, son una evidencia demasiado rotunda del fracaso del capitalismo.

Asi que, los que estafaron a su pueblo cuando impusieron este sistema en el que una minoria vampiriza, parasita, exprime, el trabajo de la gran mayoria, tras aquel golpe de estado de diciembre de 1989, necesitan seguir echando la culpa de todo al comunismo, para intentar evitar así lo que es ya casi imposible de ocultar: que los rumanos asumen ya en su mayoria que vivian mucho mejor durante el periodo socialista, y que el capitalismo solo les ha traido desesperación, pobreza, humillaciónes y, como se ve en las estadísticas, también provoca, a falta de un partido que organice una forma de protesta mas eficaz, muchos suicidios.

2 comentarios:

vgeorgicas dijo...

http://diverseitate.wordpress.com/2011/10/01/industria-bucurestiului/
La adresa de mai sus am copiat un material postat de Beranger care da si autorul. Face parte din istoria recenta. Scrisa pentru a nu se uita.

Anónimo dijo...

Pero, ¿Por qué los rumanos parecen tan insensibles, tan faltos de solidaridad, de reacción... tan conformistas? Pareciera que sólo saben decir "asta e viata" y listo.

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