sábado, 12 de noviembre de 2011

¿En que se transforman las antiguas fábricas comunistas?

Tras el golpe de estado de diciembre de 1989 uno de los primeros objetivos de la instauración del capitalismo fue la destrucción de la industria nacional. Asi, y según datos del Instituto de Investigacion de la Calidad de Vida de la Academia Rumana (ICCV), en 1989 existian 8 millones de asalariados en Rumania, y en 2010 el número se habia reducido a la mitad: 4.3 millones de puestos de trabajo. Es decir, se habian reducido a la mitad.

De esos 4 millones de trabajadores que quedaron sin trabajo, 3 son emigrantes desparramados por el mundo buscandose la vida, y el resto pueden explicarse por el descenso poblacional y por el aumento del numero de pensionistas.

La linea verde es la de la caida en picado del número de puestos de
trabajo en Rumania desde 1990, la azul la del aumento de pensionistas.

La destrucción del empleo se produjo por la eliminación, muchas veces física (el primer ministro Petre Roman, que formo el primer gobierno del régimen capitalista, afirmo sin tapujos que la industria rumana habia que venderla como hierro viejo), de los ricos y abundantes complejos industriales que entonces poblaban el pais.

Veintidos años despues muchos de aquellos edificios permanecen abandonados y semidestruidos como testigo mudo de la antigua riqueza de la sociedad socialista de Rumania, mientras millones de sus antiguos trabajadores son obligados a huir del pais por falta de trabajo.

La destrucción de la capacidad productiva rumana, que en 1989 habia llegado a una casi total autosuficiencia, tenia como objetivo convertir al pais, quizas como un castigo por osar demostrar que se puede vivir sin deuda con los organismos internacionales y sin importar apenas nada, en una colonia de los productos de las multinacionales capitalistas. Y quizas por eso el destino de los pocos edificios industriales que han tenido un nuevo uso fue el de ser templos del consumo, de la oferta artificial, pero tambien de productos basicos, venidos desde las potencias economicas que habian ayudado a convertir el paraiso productivo rumano en un desierto.
Una antigua fábrica de Botosani, futuro Carrefour.
No se sabe si el bonito mosaico socialista será o no respetado

En 2011 el mercado de cerca de 2 millones de habitantes de la capital rumana continua siendo atractivo a pesar de la crisis. Si en los últimos 10 años se han abierto mas de 20 grandes centros comerciales en Bucarest, los grandes del sector siguen planeando nuevas aperturas.

Estos ultimos meses Carrefour, Kaufland y Auchan parece que han llegado a respectivos acuerdos con los propietarios de los terrenos donde se ubicaban antiguas fabricas de la epoca comunista: Electroaparataje (en el barrio de Pantelimon), Romprim (en Berceni) y Grant metal (en Crângaşi) para abrir nuevos supermercados de su red, a la vez que los irlandeses de Caelum Develpopment ha empezado la construcción del nuevo mall Centro Comercial Park Lake Plaza de Titan.

En total, siete nuevos hipermercados va a abrirse en los proximos tres años en Bucarest, en un mercado donde el numero de supermercados, hipermercados, y almacenes cash & carry ha llegado a las 150 unidades. Por supuesto que lo mismo sucede en todo el pais, donde las antiguas industrias productivas son sustituidas, si es que lo son, por Centros Comerciales o, como mucho, edificios dedicados a lo servicios.

El gran negocio de los grandes centros comerciales es todo un exito desde 1990, pues uno de los primeros objetivos cumplidos tras la reinstauración del capitalismo en Rumania fue, precisamente, hacer a los rumanos un pueblo dependiente de la importación, porque como ha sucedido tambien con otros pueblos castigados despues de la caida de la Union Sovietica, no hay nada mas peligroso e inaceptable por el imperialismo capitalista que el que un pueblo sea capaz de producir y controlar la producción por si mismo, sin tener que depender de lo que, eufemisticamente, llaman las leyes del mercado, que en realidad no son mas que las que imponen los intereses de la minoria que lo controla.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Soy de Perú y te leo desde hace un tiempo. Algo así le pasó a mi pais con la entrada de las políticas neoliberales, ahora el Perú ya no tiene industria, casi todo lo importamos, y la poca industria que queda la estan destruyendo con los TLC y la bajada de aranceles.

Mucho de lo que hablas de lo que les está pasando a los rumanos coincide con lo que nos está pasando a nosotros. Aquí se fueron 3 millones de peruanos al extranjero por el desempleo que aun existe.

Síguenos contando sobre Rumania.

Un saludo.

Ciberculturalia dijo...

Realmente la gráfica que publicas es de lo más esclarecedora. La destrucción de la industria rumana y como consecuencia la destrucción de empleo ha debido ser efectivamente brutal. Desempleo e inmigración forzosa son sus resultados.
Voy a mirar ahora en internet cuántos de esos 3 millones de inmigrantes rumanos que comentas han venido a España, por supuesto como mano de obra barata y con salarios míseros. El otro día cuando leía tu entrada de niños suicidas y el comentario de una madre rumana me quedé muy pensativa sobre la desaparación de los bloques y la feroz invasión del brutal capitalismo.
Como bien señalas ahora en lugar de crear "industria nacional", se construyen centros comerciales para vender productos importados. Cualquier día aparece allí el Corte Inglés.
Duro panorama.

Un beso

Anónimo dijo...

También yo he visto en Suceava cómo lo que posiblemente fue una fábrica enorme, ahora se ha convertido en el moderno y "futurista" Iulius Mall. Mientras tanto, los hospitales nacionales, las estaciones de autobuses y de ferrocarril, en fin, los edificios públicos, todo se cae a pedazos.
Pero lo más desesperante es la indolencia e indiferencia de los rumanos, que a todo responden "asta e".

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