miércoles, 7 de noviembre de 2012

95 años de la Revolución que cambió el mundo

La mayoria de los derechos conquistados por los trabajadores del mundo se alcanzaron gracias al triunfo de los trabajadores soviéticos con la Revolución iniciada  el 7 de noviembre de 1917 (25 de octubre según el calendario juliano). A partir de entonces, por el ejemplo dado por la clase obrera de la Union Sovietica o por el miedo de la clase capitalista a que este se extendiera y se les acabara el chollo de vivir a costa del trabajo ajeno, lo cierto es que la seguridad social, los convenios colectivos, la sanidad publica, la educación gratuita, la igualdad de género, los derechos de los niños o de los discapacitados, o el acceso a la cultura fueron también disfrutados, aunque en menor medida, por los paises capitalistas (aunque no en sus colonias).

Estas colonias, sin embargo, también se beneficiaron del apoyo de la construcción por los trabajadores sovieticos de la URSS, que defendió sus luchas por la independencia y el todavia no aplicado en gran parte de los paises del mundo derecho a la autodeterminación de los pueblos.

Quizás el único derecho no disfrutado en la Union Sovietica o en el resto de paises socialistas fue el derecho al paro, a la subvención por desempleo, pues este concepto era incomprensible en una sociedad en la que el trabajo, el derecho a ganarse la subsistencia, no era una mercancia de compra-venta con la que un empresario puede enriquecerse, sino verdaderamente un derecho esencial e inalienable del ser humano (mientras la especulación o el enriquecimiento personal a costa de otros no era, como bajo los regímenes capitalistas , derecho de unos pocos, sino un delito).

La caida de la URSS en 1991 provocó, como comprobamos cada vez mas crudamente, el proceso contrario. Desde entonces los trabajadores (no solo los sovieticos o los del resto de paises socialistas de Europa, para los que tuvo lugar un verdadero genocidio social) sufren una ofensiva brutal contra sus conquistas y derechos que, con la excusa de la crisis economica, está recuperando para la clase capitalista todo lo que tuvo que ceder para evitar que la clase obrera siguiera el ejemplo de la sovietica y tomara el poder en sus propios estados, acabando con los privilegios de la clase parasitaria, y haciendoles elegir entre trabajar como el resto o hacerlo en un campo de trabajo.

Esta agresión de la clase capitalista contra los trabajadores es idéntica a la ejecutada por los regímenes fascistas en el periodo interbélico, pues, como afirmaba el propio Hitler, el objetivo era "reducir los salarios de los trabajadores y quitarles el derecho de huelga", con el objetivo también identico al actual de recuperar las conquistas que habian alcanzado los trabajadores, principalmente tras el triunfo de la Revolución Soviética. Y es que, como seguramente estaria de acuerdo el poeta antifascista aleman Bertolt Brecht, uno de los mejores conocedores de la esencia criminal del capitalismo, del que siempre denunció que era el nido de la serpiente fascista,  el fascismo es tan solo la euforia del capitalismo. Afortunadamente para los trabajadores europeos, el Ejercito Rojo y los partisanos comunistas de todo el continente acabaron con el intento del capitalismo de acabar con los logros de la Revolución en la SGM, alzando la bandera de la clase obrera mundial sobre el mismisimo Reichtag en Berlin.

El final de la URSS también provocó que muchas de las colonias que alcanzaron la independencia fueran despiadadamente recolonizadas por las multinacionales capitalistas de las antiguas metropolis o de otras nuevas, y sus procesos de construcción de una verdadera soberania nacional y de empoderamiento popular se coartara o por golpes de estado, asesinatos de sus gobernantes o verdaderas masacres de la OTAN como la reciente de Libia.

Hace 95 años los trabajadores sovieticos nos mostraron el camino para construir un mundo en el que sea imposible que una minoria de salvajes exploten a la mayoria de los seres humanos, o que fuera impensable que el imperialismo sometiera a pueblos mas débiles para esclavizarles y saquear sus recursos.

A pesar de los errores que se cometieron a lo largo de la historia del estado construido por los trabajadores tras la Revolución de 1917, la URSS, sobre todo tras la relajación de la lucha de clases tras la llegada de Krushev a la jefatura del estado y del PCUS, y que llevaron a su destrucción en 1991 y al desastre sufrido en consecuencia por los obreros de todo el mundo, y a pesar de que la gran mayoria de estos, debido sobre todo a la eficacia de los medios de propaganda de los regímenes capitalistas, todavia no sean conscientes de todo lo que le debemos a aquella Revolución Obrera el 7 de noviembre de 1917,  lo cierto es que esta cambio la vida de millones de trabajadores, no solo de la URSS sino también del resto del mundo, y extendió la esperanza de liberación e independencia entre los pueblos de la tierra.

La pregunta es, ¿quién será capaz de acabar con el nuevo momento de euforia del capitalismo y pondrá la bandera de la clase trabajadora sobre la torre más alta de, por ejemplo, el Parlamento Europeo?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por fin alguién que dice la verdad sobre la URSA y el traidor Jrushyov que con su revisionismo político y sus contrarreformas económicas, que un fracaso rotundo y llevaron al desaceleramiento del espectacular crecimiento y desarrollo que en las décadas anteriores experimentó la URSA, introducciendo medidas como la privatización en la gestión de las empresas estatales, creando una casta de gestores y directivos que fueron la base para las siguientes ominosas consecuencias.
Un saludo

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